DESCRIPCIÓN:

La configuración final de este pequeño Hotel­Spa nace, como no puede ser de otra forma, pero en ésta de manera aún más acusada, de la fusión de los más diversos intereses y condicionantes. Para nosotros supuso un gran desafío, pues anteriormente dos equipos trataron de resolver el rompecabezas que se planteaba y terminaron por abandonar en el intento.

Situado en Aldeayuso -una pequeña pedanía de Peñafiel (Valladolid), prácticamente despoblada-, el edificio se adapta a la tortuosa morfología del solar -que procede de la adhesión, a lo largo del tiempo, de distintas propiedades-, imponiendo en su distribución interior una geometría ortogonal que proporciona a éste recorridos claros y espacios sensiblemente rectangulares para facilitar su uso.

La edificación colmata prácticamente la parcela, dejando únicamente un patio central, para desahogo interior, absorbiendo un lagar que es la única construcción del conjunto que se mantiene y restaura.

Hotel Spa “La Vida” Aldeayuso, Peñafiel. 2004

El sometimiento, impuesto por la propiedad, a la metodología Feng Shui ha condicionado de forma decisiva la distribución interior, forzando algunas situaciones, como la colocación de las puertas, la dimensión de los huecos de fachada o la disposición de las camas, entre otras.

Los usos se establecen del siguiente modo: zonas nobles y de relación (1 ), en planta baja; habitaciones (2), en planta baja tres y el resto en planta primera; área de servicio y administración (3) en el ala noroeste de la planta baja; y el SPA, sobre el mismo ala, en planta primera. Con esta disposición se facilitan los accesos al interior, dado que las zonas 1, 3 y 4 disponen de entradas independientes y no existen cruces de circulación entre ellas.

El Lagar era el elemento más noble de los pre­existentes, lo que decidió su restauración, dándole un nuevo uso e imagen. Desde el principio se renunció a realizar una copia del original, tratado, más bien, de potenciar su volumen colocándole una cubierta ligera, plegada y »flotante» sobre los muros de piedra, que deja pasar la luz al interior del mismo.

Exteriormente el edificio no tiene más pretensión que integrase en el entorno rural, dentro de lo posible, dado que su escala no permite incrustarlo en el tejido urbano como si fuese una vivienda.

También señalar, que dado que existen propiedades colindantes que impiden la apertura de luces en zonas muy amplias del perímetro, se optó por iluminar el área del Spa cenitalmente mediante unas cajas-lucernario que introducen la luz en el interior que proporcionando un ambiente controlado y confortable.

Para finalizar, comentar que la intención última es la de crear ambientes cálidos de gran sencillez, que permitan, a través de los materiales, de los acabados, de los espacios y de la luz, que los usuarios se encuentren cómodos.

 

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